domingo, 5 de junio de 2011

Gómez Farías Tamaulipas


Crónica
El recaciltrante sol del mediodía se deja sentir con asfixiante calor, las familias que tienen techos de lámina sin aislante, salen de sus casas y se reagrupan bajo la sombras de los árboles, el termómetro marca 45° .En los canales que conducen el agua del Río Frío, para el riego de los cañaverales, la chiquillería se baña, grita y chapotea cual parvada pájaros que bajan y salpican con sus alas el bebedero y al caer el sol salen arrugaditos y con frío, felices para regresar a su casa.

Los surcos de la tierra recién arada emanan un vapor como si exalaran las últimas humedades y la lluvia no llega, siempre estamos mirando al cielo para ver que pasa, si surge alguna nubecita que nos dé alguna esperanza, Ya empezaron a florecer las tenazas y los palos-santos que son infalibles meteorólogos por tradición. Ayer cuando regresaban las vacas a los corrales mugían más que de ordinario, eso quiere decir que pronto llegarán las lluvias.Ya se han presentado muertes de reses por innanición.debido a la falta de pastizales

Epoca de Estiaje
Algunas fuentes anuncian que esta temporada de estiaje que asola la región, es la peor que se ha vivido los últimos ochenta años.De los tres ríos que enmarcan esta población, el Río Guayalejo que recibe numerosas afluentes de ríos, arroyos y veneros de agua y que irriga desde siempre el sur de Tamaulipas, hoy luce como un arroyo más; el Río sabinas casi ha desaparecido y el Río frio ha bajado en gran parte su caudal, luce ahora como un remanso de aguas tranquilas.Los pozos que abastecen el consumo de agua de las familias en el campo se agotan.

Esta situación que vivimos, trae a nuestra memoria algunos relatos de anticipación como el que hace Doris Lessing en su novela Mara y Dann en la que habla de emigraciones tumultarias en busca de agua, expone sobre todo a través del relato ficticio, las características del mundo actual y las consecuencias de nuestros actos irresponsables en relación con el cuidado ambiental.

En contraste, los flamboyanes, milagrosamente continúan en floración y destacan en la campiña seca con sus rojas sombrillas abiertas al sol.

En el horizonte se vislumbran torres de nubes, barruntos de lluvia que surgen del mar a la altura del puerto de Tampico,esas son las buenas señales dicen los expertos por aquí. La tierra está preparada, lista para recibir la semilla después del aguacero, El agricultor nunca pierde la esperanza.